En este gran filme, Sam Mendes, cineasta excepcional con una gran madurez, ratificó su anterior trabajo, American Beauty. Además, Road to Perdition (2002) fue la antepenúltima película en la que participó el inolvidable Paul Newman, acompañado de Tom Hanks, Jude Law, Stanley Tucci y Daniel Craig.
Road to Perdition es una película de gángsters bien manufacturada, plena de melancolía, claroscuros y tragedia. Muestra, de una manera personal, el arquetipo del antihéroe, el sentimentalismo del villano, de la indagación en la propia identidad mediante la venganza, la percepción paternal en figuras erróneas. Esta cinta es un alarde formal de dimensiones exquisitas relleno de un contenido trabajado, real y profundo, y apoyado en el sólido andamiaje de unas interpretaciones prodigiosas. Con un pulso extremadamente medido, Mendes desgrana, de forma virtuosa y con una sensibilidad infrecuente, una historia conocida pero impactante, tratada con seriedad, pasión, ambición y con ingredientes con los que otros caerían torpemente en el más sensiblero de los ridículos.
Es cierto que otras películas de mafiosos han planteado cuestiones relativas a los vericuetos morales que torturan a varios de los integrantes de estas bandas criminales, aunque lo normal es que esto acontezca desde un punto de vista ajeno al propio delincuente, pues éste es casi siempre juzgado por terceros y no por sí mismo. Si bien esto también sucede aquí, vemos en ella a una serie de personajes sumidos en su propia tragedia, misma que les impide huir de su condición de asesinos. Algunos saben que sus acciones son denigrantes, pero son incapaces de escapar del sistema, de salir de él y de llevar otra vida. Todo ello se nos narra a través de una historia de muerte y venganza plagada de brillantes pasajes que demuestran la calidad, no ya tanto del guión, sino de la puesta en escena y las grandes actuaciones.
Aunque Newman no tiene el papel principal, se roba la película. Lean estas frases:
—"Brindemos en honor de Danny. Roguemos para despertar a Dios y con suerte llega al Cielo, al menos una hora antes que el Diablo se entere de que está muerto".
—"Esta es la vida que elegimos, la vida que llevamos. Y solo hay una garantía: ninguno de nosotros verá el Cielo".
—"Brindemos en honor de Danny. Roguemos para despertar a Dios y con suerte llega al Cielo, al menos una hora antes que el Diablo se entere de que está muerto".
—"Esta es la vida que elegimos, la vida que llevamos. Y solo hay una garantía: ninguno de nosotros verá el Cielo".
—"Es ley de vida, los niños nacen para darles problemas a los padres".
Así, con esta elegancia, cerró su gran carrera el inolvidable Paul Newman.
Tom Hanks, como siempre se maneja con total libertad en su personaje.Es uno de mis actores favoritos.En cada actuación se mete literalmente en el personaje.
ResponderEliminarLa vida que llevamos hoy será el reflejo de lo que seremos y de lo que el destino nos deparará
ResponderEliminarLas peliculas de mafia son las mejores, ya que todos en algún momento de nuestras vidas quisimos formar parte de alguna de esas familias.
ResponderEliminarExcelente película, pero de ese director me sigue gustando más American Beauty.
ResponderEliminarVer el lado humano de los que pensamos que son malos, nos ayuda a entenderlos, y en esta película aprendemos mucho de su forma de pensar.
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