14/8/12

Apetito de destrucción


El tiempo vuela, pasa sin avisar y cuando menos nos damos cuenta, veinticinco años se van de un tirón, que no son nada como los veinte de Carlos Gardel, pero que representan un tercio de vida probable, de nuestra estancia en este curioso planeta.

Luego, una tercera parte de mi existencia transcurrió como sin nada, apenas sin percibirlo, desde el instante en que me asumí seguidor del hard rock, de ese sonido de tonalidad mayor aunque menor en las baladas, con altos efectos de distorsión, protagonismo de la batería y, lo más importante, el solo de la guitarra, la letra y la melodía de la voz.

Esa cuenta regresiva inició para mí con el lanzamiento, entre julio y agosto de 1987, del álbum Appetite for Destruction de la banda californiana Guns N' Roses, el cual ocupa el lugar 61 en la lista de los 500 grabaciones de todos los tiempos de la revista Rolling Stone.

Cómo un grupo de tipos tan atípicos, sin nada en común, pudieron componer el disco que acabó de dar forma a ese género musical y que marcó a una generación, es una pregunta como tantas sin respuesta en la historia de la música. Lo cierto es que Axl Rose, Slash, Izzy Stradlin, Duff McKagan y Steven Adler se conjugaron y crearon rock del bueno, de ese que trasciende, donde el tiempo pasa, las modas suceden y se sigue oyendo. Eso es un clásico, según creo.

En homenaje a eso veinticinco años de Appetite for Destruction y a mi propia vida transcurrida, uní música, imágenes y recuerdos. A ver qué tal.



Welcome to the Jungle

It's So Easy

Nightrain

Out ta Get Me

Mr. Brownstone
Paradise City
My Michelle
Think About You
Sweet Child O' Mine
You're Crazy
Anything Goes
Rocket Queen

10/8/12

"El refugio tranquilizador de la tumba". Luis Buñuel


Al aproximarse mi último suspiro, imagino con frecuencia una última broma. Hago llamar a aquellos de mis viejos amigos que son ateos convencidos como yo. Entristecidos, se colocan alrededor de mi lecho.   Llega  entonces un sacerdote al que yo he mandado llamar. Con gran escándalo de mis amigos, me confieso, pido la absolución de todos mis pecados y recibo la extremaunción. Después de lo cual, me vuelvo de lado y muero.

Pero, ¿se tendrán fuerzas para bromear en ese momento?

Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo creo que esta curiosidad por lo que suceda después de la muerte no existía antaño, o existía menos, en un mundo que no cambiaba apenas.   Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más.

Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba.

9/8/12

El descubrimiento visual de la música

Los viajes ilustran, dicen. Para mí son fuente de placer, aventura, descubrimiento y, a veces, de recuerdos: de los buenos y malos.

Hace poco tiempo visité una gran franja del Desierto de Mojave, dentro de la parte que ocupa en los estados de Arizona y Nevada. No es la primera vez que andaba por ahí, pero el hecho de que fuera con la intención primordial de tomar fotografías, me hizo observarlo de manera distinta.

Aunque no conocí el cercano Joshua Tree National Park, pude estar frente a frente con este mítico árbol de la familia de las agaváceas. El misticismo que le atribuyo no deriva de su particular nombre, árbol de Josué, mismo que le fue otorgado por los mormones, o a sus particulares características: un tronco fibroso, de raíces muy superficiales y de flores blanco-amarillentas. Mi atención nace porque representa a uno de los álbumes que más han marcado mi vida, tanto por el tiempo en que lo escuché por primera vez el verano de 1987—, como por su enorme calidad. Creo que no es necesario explicar que me refiero al quinto disco de U2, lanzado el 9 de marzo de ese año y considerado el número 26 en la lista de Rolling Stone. Aquí una imagen representativa:



Sin pretenderlo originalmente, los recuerdos que me trajeron dicha visión, me provocaron a hacer un recorrido visual por todo el álbum, identificando cada una de las canciones con imágenes que las evocaran real o figurativamente, buscando demostrar que la música, dentro de todo lo que nos ofrece, no solo puede ser oída, sino también vista y quizá, ser perceptible al resto de nuestros sentidos. Tal es su poder.

Where the Streets Have No Name
Bullet the Blue Sky
Running to Stand Still
Red Hill Mining Town
In God's Country
Trip Through Your Wires
One Tree Hill 
Exit
With or Without You
Mothers of the Disappeared

6/8/12

"Ella me quiere mucho y se acuesta con otro". Andrés Neuman


Me llamo Marcos. Siempre he querido ser Cristóbal. No me refiero a llamarme Cristóbal. Cristóbal es mi amigo; iba a  decir el mejor, pero diré que el único.

Gabriela es mi mujer. Ella me quiere mucho y se acuesta con Cristóbal.

Él es el inteligente, seguro de sí mismo y un ágil bailarín. También monta a caballo. Domina la gramática latina. Cocina para las mujeres. Luego se las almuerza. Yo diría que Gabriela es su plato predilecto.

Algún desprevenido podrá pensar que mi mujer me traiciona: nada más lejos. Siempre he querido ser Cristóbal, pero no vivo cruzado de brazos. Ensayo no ser Marcos. Tomo clases de baile y repaso mis manuales de estudiante. Sé bien que mi mujer me adora, y es tanta su adoración, tanta, que la pobre se acuesta con él, con el hombre que yo quisiera ser. Entre los fornidos pectorales de Cristóbal, mi Gabriela me aguarda ansiosa con los brazos abiertos.

A mí me colma de gozo semejante paciencia. Ojalá mi esmero esté a la altura de sus esperanzas y algún día, pronto, nos llegue el momento. Ese momento de amor inquebrantable que ella tanto ha preparado, engañando a Cristóbal, acostumbrándose a su cuerpo, a su carácter y sus gustos, para estar lo más cómoda y feliz posible cuando yo sea como él y lo dejemos solo.