En el recuento de buenas películas que vi la última década, ahora toca el turno a Lost in translation (2002), dirigida y escrita por Sofia Coppola, en la que hasta el momento ha sido su mejor trabajo, ya que le valió la primera nominación para una directora en el Óscar; además de ganarlo por el guión, con la actuación de los excelentes Bill Murray y Scarlett Johansson.
Bob Harris (Murray) es un actor maduro en decadencia. Su presencia en Tokio tiene que ver con un contrato publicitario para promover una marca de whisky, pero se percibe que huye de un cierto hundimiento existencial. Charlotte (Johansson) es una joven recién casada que rápidamente se encuentra sola, intentando comprender ese vacío que nace en su interior. Ambos comparten un espacio común, un aséptico e impersonal hotel que, en cierto modo, les protege del otro gran protagonista de la historia: la misma ciudad de Tokio, una megaurbe que no llega a ser hostil, pero está llena de luz de neón, ruido y de una cultura extraña para ellos, que aumenta aún más su confusión interior, esa indefinible sensación de ausencia y de pérdida. Están destinados a encontrarse y a entenderse.
Dicha soledad de dos personajes totalmente distintos, que se encuentran en un entorno adverso, marca la pauta de este filme. Los silencios que hablan, la insatisfacción, el aburrimiento, la sensualidad insinuada, el naufragio personal y las miradas, sobre todo las miradas, definen la relación entre dos seres que saben que al final no puede ser, pero en esencia, lo suyo quizás es amor. El susurro final entre los dos nos lleva al arrobamiento
Charlotte: —Estoy perdida. ¿Eso tiene arreglo?
Bob Harris: —No. Sí. Ya se arreglará.
Charlotte: —¿De veras? Fíjate en ti.
Bob Harris: —Gracias. Cuanto más sabes quién eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas.
Charlotte: —Ya. Es que aún no sé lo que quiero ser… ¿Sabes? Quise ser escritora pero odio lo que escribo y…
Bob Harris: —Ya lo averiguarás. No te preocupes por eso, sigue escribiendo.
Charlotte: —Pero es que soy mala.
Bob Harris: —Eso es lo bueno.
De los errores se aprenden y de los éxitos nos conformamos. Los errores llevan al éxito, el éxito a la historia. Y si el conocimiento de quienes somos y qué queremos, podría hacer más llevaderos los fracasos para alcanzar las mieles del triunfo.
ResponderEliminarExcelente película no podemos esperar mas de la hija del famoso director Francis Ford Coppola, si no la han visto véanla que esta historia no se pueden perder.
ResponderEliminarExcelente película con un gran tema, sin olvidar también la fotografía que es maravillosa y melancólica a la vez con imágenes cargadas de emociones.
ResponderEliminarLas personas no somos seres perfectos, tenemos errores el punto es que siempre tratemos de remediarlos, cuantas veces caigamos hay que levantarnos y aprender de los mismos, ello nos hace cada vez mas grandes.
ResponderEliminarSiempre nos vamos a equivocar, pero lo importante es aprender de esos errores para poder avanzar en todas las áreas de nuestra vida.
ResponderEliminarSin duda una película conmovedora.
Interesante trama de la pelicula, me encantaría verla para mi opinión más a profundidad. pero la soledad puede ser el empuje para buscar a la perona ideal.
ResponderEliminarExcelente película, excelente historia, excelente Scarlett Johansson, podría verla cien veces más sin aburrirme. Aquí recomendaría Match Point, por las mismas razones.
ResponderEliminarLamentablemente siempre se aprende mas de los errores que de los aciertos se lo atribuyo a esa sensación de malestar y de decepción con nosotros mismos, lo que no hace pensar dos veces al estar otra vez en la misma situación, en cambio los aciertos nos convierte en personas confiadas y engreídas.
ResponderEliminarExcelente película, una mirada puede decir todo lo que estemos callando, no se necesita mas
ResponderEliminarLa perfección no existe, pero si podemos intentar cada día mejorar, no hay nada imposible siempre y cuando queramos hacer las cosas.
ResponderEliminarUna gran historia con excelentes actores. Muchas veces no sabremos hacia donde vamos pero siempre tendremos a alguien para auxiliarnos y guiarnos aún sin conocernos.
ResponderEliminarUn filme muy bueno, recuerdo haberla visto con mi papá, darse la oportunidad, no quedarse con las ganas, quien sabe lo que quiere? Yo solo se lo que no quiero!
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