21/5/11

Una mirada a "La joven de la perla" de Johannes Vermeer


Aunque ya conocía esta pintura, me obsesioné con ella al ver la película sobre ella con la hermosa Scarlett Johansson y luego, en consecuencia, leer la novela de Tracy Chevalier. El querer saber todo sobre ella y la vida de su autor, me tuvo ocupado un buen rato.

Esta obra maestra también es conocida como “Muchacha con turbante” o La Mona Lisa del Norte”. Son pocos los datos que se tienen de Johannes Vermeer, aunque es probable que haya sido discípulo de Carel Fabritius. Se cree que nunca se dedicó profesionalmente a la pintura, sino que vivió del hostal y del negocio de marchante de arte heredado de su padre.

Se supo de él hasta mediados del siglo XIX; a partir de ese momento, ha suscitado un creciente y apasionado interés. Dejó solo dos lienzos fechados: La alcahueta (1656) y El geógrafo (1668), lo que dificulta la confección de un catálogo cronológico, sumando el hecho de que en ciertos cuadros figuran fechas y firmas apócrifas, y por la incertidumbre existente acerca de sus obras de juventud, mismas que versaban sobre temas religiosos.

Vermeer prefería temas de género burgués, cargados de símbolos y de intenciones morales; reproducía las costumbres y el ambiente de los Países Bajos, lo que se refleja en sus dos únicos paisajes conocidos, La callejuela y La vista de Delft. Era un artista de inusual  temática, de una enorme fuerza en la composición y en el empleo de pocos colores, claros y brillantes.

En un viaje a Holanda pensé equívocamente que la obra se encontraba en el impresionante  Rijksmuseum de Ámsterdam. No fue así. Mi desilusión en aquella ocasión me impidió apreciar a cabalidad las obras que ahí se muestran de Rembrandt van Rijn y del mismo Vermeer .

No podía morirme sin verla. En ese mismo viaje, con el tiempo encima, literalmente volé a La Haya a un pequeño museo, el Mauritshuis, lugar donde en el segundo piso se expone. Llegó ahí por un legado de A. A. de Tombe en 1902, quien a su vez la compró en una subasta en La Haya en 1881, por tan solo dos florines y treinta céntimos.

La impresión que genera la pieza es enorme. A pesar de sus pequeñas dimensiones (44.5 x 39 cm), la carga emocional, los finos trazos de Vermeer y la serena belleza de la anónima modelo, fiel representante de la típica y cristalina tranquilidad que caracteriza a la mayoría de las obras del genio de Delft, bien vale una misa.

8 comentarios:

  1. Resulta interesante lo enigmático del cuadro al ser una joven tan sencilla y común con una pieza que salta a la vista como lo es la perla. La obscuridad del fondo y la belleza de la chica es cautivadora. A veces siento que te invita a seguirla en un camino ajeno al tuyo, en el que no debes esperar nada, por ser todo nuevo y desconocido, donde lo que menos puedes esperar suele acontecer como una joven con turbante y una increíble perla en su oreja.

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  2. Excelente manejo de la técnica, el claro oscuro. Un cuadro bastante minimalista el cual te atrapa en dos sentidos: Te cautiva la simple pero bella expresión de la joven y al mismo tiempo no puedes dejar de fijar tu mirada en esa perla.

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  3. Buena pintura, mi percepción es de una imagen sencilla pero extremadamente profunda, la mirada de la chica es lo que mas atrapa al verla.

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  4. Es impresionante la forma en como utilizó los colores el autor que hatsa parece una fotografia tomada con la reciente tecnológia.

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  5. No entiendo por qué razón no he visto la película, al ser fan de Scarlett, pero además con una reseña tan interesante será la siguiente opción.

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  6. Pintura con un contraste increíble, por un lado la belleza y blancura de la mujer, por otro el fondo oscuro, tal vez dando a entender el pasado o presente del pintor

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  7. Es evidente que lo que más llama la atención es la perla, pero la mirada meláncolica de ella es lo que en definitiva me es lo que me atrapó.

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  8. Faby Benavides26/9/11 12:32 p. m.

    Muy hermosa pintura, muestra la inocencia, la paz de la chica. Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello.

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