—Yo, cuando era pequeña, quería ser Dios. El dios de los cristianos, con D mayúscula. Hacía los cinco años comprendí que mi ambición era irrealizable. Así que rebajé un poco mis pretensiones y decidí convertirme en Cristo. Imaginaba mi muerte sobre la cruz, ante toda la humanidad. A los siete años, tomé conciencia de que aquello no ocurriría. Decidí, más modestamente, convertirme en mártir. Durante años mantuve aquella decisión. Pero tampoco funcionó.
—¿Y después?
—Ya lo sabe: me hice contable en la empresa Yumimoto. Y creo que no podía caer más bajo.
—¿De verdad lo cree?— preguntó con una extraña sonrisa.
Siempre habrá caminos que, después de transitados, los recordemos por la que nos dejaron, a veces sonrisas a veces llanto, pero entenderemos que de no haberlos caminado no estaríamos completos.
ResponderEliminarDe mis favoritas, una nóvela que me hizo pasar de la risa, al llanto y a veces provocó uno que otro coraje.
Lo que mas se anhela puede no llegar a ser lo que se esperaba
ResponderEliminarSiempre debemos tener en mente llegar a un punto de nuestras vidad, ser como alguien o tratar de alcanzar algo, muchas veces llegamos a fallar en el intento, pero debemos hacer hasta lo imposible por llegar, eso nos dará felicidad y el sentimiento de estar completos porque lo intentamos.
ResponderEliminares el mas claro ejemplo de como nosotros mismos somos nuestra propia medida, si no creemos en nosotros, no lograremos más de aquello por lo que pocamente nos ezforcemos.
ResponderEliminarNo hay que tratar de ser como alguien, hay que ser uno mismo, ponernos nuestras metas para que al cumplirlas nos den satisfacción y felicidad.
ResponderEliminarPienso que en la vida tenemos que fijarnos una meta que podamos lograr y después, fijarnos otra más grande a la anterior y alcanzarla.
ResponderEliminarEn ocasiones anhelamos tanto las cosas que cuando llegan no son lo que esperábamos, pero eso no es motivo para dejar de lado lo que pretendes, al contrario ello te debe dar fortaleza para seguir adelante y llegar a tu meta.
ResponderEliminarSiempre hay que tener grandes ambiciones que pueden ser inalcanzables, para lograr cosas grandes y que puedan alcanzarse.
ResponderEliminarHay que tratar de tener un ideal, alguién que nos inspire a poder realizar lo que anhelamos
Algunas veces no llegamos a realizar las metas que nos ponemos en la vida o en algunas ocasiones son un poco "dificiles" pero no imposibles de realizar.
ResponderEliminarConforme crecemos nuestra forma de pensar cambia; así, como nuestras forma de ver las cosas. Por ello, es en el transcurso de nuestra vida, el que nos hace crecer y llegar a ser quién somos ahora.
ResponderEliminarTener metas lejanas y a veces casi imposibles, hace que si a lo mejor no llegamos al final de la carrera, logra que nos acerquemos a lo que para algunos ya es la cúspide.
ResponderEliminarEs muy bueno siempre tener el sueño de ser el mejor y de aspirar a lo grande pero nunca debemos perder el piso!!!
ResponderEliminarNunca debes perder tu estilo ni tu personalidad eso es lo que te llevará a ser grande.
ResponderEliminarPienso que en la vida siempre hay que ponerse las metas más altas como dicen por ahí para ser alguien primero te la debes de creer
ResponderEliminarMartir, siempre nos ubicamos en ese punto para sentirnos mas seguros, buscar algo mejor siempre termina siendo miedo de por miedo.
ResponderEliminarHabrá cosas que no podremos ser ni hacer, pero lo importante es buscar lo que nos apasiona.
ResponderEliminarEl ser humano siempre es magalomaníaco, si quería ser Cristo es porque quería ser venerada después de ser apaleada, eso sólo lo logran algunos.
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