"Nacimos para ser salvajes, podemos escalar tan alto y no morir nunca".
Dennis Edmonton
Viajar es un placer, por lo que siempre trato de aquilatar al máximo la oportunidad de hacerlo, lo cual me implica, entre otras tantas cosas, algo más que la postal y la foto, sino el intentar conocer la idiosincrasia de los residentes del lugar en el que me encuentro.
En algún reciente paseo, en camino hacia al Monte Rushmore, en Dakota del Sur, decidí detenerme en una pequeña población en Wyoming, estado de bellos paisajes y asociado a la legendaria historia del viejo Oeste estadounidense.
Sin embargo, no fueron émulos de Wyatt Earp o del General Custer lo que vi. Mi sorpresa fue mayúscula al encontrarme con gente de más de cincuenta años, ataviada con chamarras de cuero, grandes botas y largos cabellos, fruto de años de cuidado y crecimiento. Orgullosos poseedores de potentes y bellas motocicletas Harley-Davidson, estos singulares sujetos hacían un alto en el camino, en su irrefrenable ir y venir para acumular asfalto y vida.
Al encontrarnos con personas que en principio son diferentes a nosotros, lo primero que viene a nuestra mente es la forma en que suponemos pierden el tiempo o lo cómico que pueden parecernos, cuando quizás ellos estén aprovechando el suyo mejor y bajo la premisa de que la comicidad es un estado de ánimo o una manera de concebir la existencia.
La congruencia entre el decir y hacer lo que uno disfruta, sin detenerse a pensar en anacrónicos convencionalismos sociales y sin causar dolosamente daño, nos acerca a la plenitud con mayor celeridad que a los amargados de profesión, para los cuales se subsiste solo como ellos dictan, aunque internamente se lamenten de lo que no fue y ya no será.
La gente eternamente joven, la nacida para ser salvaje, es la que degusta y vive la vida a su manera, y sin importarle lo que los demás opinen. Su energía vital está en unas motocicletas que rugen y que ansían descubrir nuevos mundos. Esos seres humanos realmente libres son los que dan color a nuestro entorno y de los cuales está ávida la humanidad, ya que nos ayudan a salir de nuestro conformismo y abulia, marcando el rumbo del tan ansiado cambio de paradigmas. No necesitamos tener el cabello largo para ser jóvenes de pensamiento e iconoclastas de espíritu.
El disfrutar lo que hacemos y aprovechar al máximo las oportunidades que la vida nos presenta es precisamente eso "nacimos para ser salvajes" y no hay que dejar de hacer uso de esa facultad.
ResponderEliminarTomo en cuenta varias cosas de su comentario, el primero y tiene mucha razón al visitar un lugar si es importante admirarlo, conservar la foto el momento, pero mas importante es conocer a la gente, ideas y tradiciones del lugar.
ResponderEliminarSobre las personas que encontró, esa debería ser nuestra forma de vida, vivir la vida a nuestra manera sin importar el que dirán. Vivimos atados a los estereotipos de la sociedad, los cuales no nos dejan disfrutar una vida libre
en este texto me hizo pensar en que hay tantos jovenes tan viejos y tantos "viejos" con pensamientos tan jovenes que los primeros aprovechan tanto su vida y los segundos desaprobechan tanto lo que han "vivido" que habeces no sabemos donde encontraremos la verdadera felicidad.
ResponderEliminarEsa libertad podriamos tenerla nosotros, todo radica en la decisión. Podemos ser libres en todos los sentidos y así ser transparentes y por lo tanto seres humanos valiosos.
ResponderEliminar"Viajar" palabra realmente interesante, a quién no le gusta conocer algún lugar totalmente desconocido?, en lo particular tengo una lista de lugares que algún día visitaré, en el mi presente puedo decir que los lugares que he visitado me han dejado algo nuevo en mi vida, conocimientos y una gran sonrisa.
ResponderEliminarAhora la edad definitivamente es lo de menos, cada quien refleja sus años no por su físico, sino por su forma de ser.
Siempre lucha por ser feliz y que no te importe nada más que disfrutar cada momento
ResponderEliminarConocer entornos distintos, gente nueva, pensamientos diversos, nos hace ampliar nuestro criterio y nuestra forma de ver al mundo, abrirnos y tomar lo mejor de cada persona y lugar que conocemos nos hace simplemente irnos formando.
ResponderEliminarEn la vida debemos ser siempre libres, actuar conforme a nuestras convicciones, y es verdad no se necesita "aperentar" ser rebelde o ser joven para poder expresar lo que sentimos; ya que, el día que dejemos de ser nosotros vamos a perder toda la escencia del ser humano
ResponderEliminarLa vida solo es una y como tal debemos dirigirnos con lo que el corazón nos dicta, valorando a aquellas personas que por una u otra circunstancia dejan huella en nuestro camino.
ResponderEliminarCambio de paradigma… ¿cuántas veces lo hemos escuchado? Pero, en el hipotético caso de existir la intención de modificar el modelo actual, ¿Cómo podría uno elegir? ¿Cuál sería el más conveniente?
ResponderEliminarMuy oportunas resultarán entonces todas esas “aventuras” que vivimos, temporadas que nos permiten experimentar nuestra vida desde otra perspectiva.
Si no rompemos la rutina, y “salvajemente” nos aventuramos a lo desconocido a lo inexplorado, nuestro destino sería lo mismo que fuimos ayer.
Hay que approvechar la vida al maximo con lo que en verdad queremos hacer ya que jamas se repetira, no importa el momento que lo hagas, sino en verdad hacerlo.
ResponderEliminarRepito: no es cuestión de edad, es cuestión de actitud.
ResponderEliminarVida es una y cada persona la disfrutara como quiera, que importa lo que la gente piensa cuando uno como persona disfruta y le agrada lo que hace, independientemente la edad, pues por fuera envejecerás pero tu espíritu siempre estará joven y lleno de vitalidad siempre y cuando tu lo quieras.
ResponderEliminarMe recuerdan a la película cómica "Rebeldes con causa" gente que es realmente libre y le gusta sentir que no estan atados a nada de vez en cuando.
ResponderEliminarQue importante es ser uno mismo, sin dejarnos influenciar por las criticas o el que diran. El expresar nuestro ser, exteriorizado a traves de nuestra forma de vestir, de lucir, de hablar.
ResponderEliminarConsidero que llevar una vida sin prejuicios y remordimientos, respecto de lo que pueda pensar de nosotros el resto de la sociedad, tiene un valor inmenso, que además hace que esa persona y creo que las que lo rodean tengan momentos más frecuentes y prolongados de felicidad.
ResponderEliminarSiempre estuve de acuerdo con la versión de Stephen Wolf...
ResponderEliminarViajar es un placer y cuando uno conoce nuevas personas y de ellos aprende lecciones de vida estos viajes se vuelven de aprendizaje
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