La última reforma a nuestra ortografía, aprobada por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, no ha dejado de generar controversia, ya que el sentido de la misma es el de buscar simplificar la escritura de nuestro rico idioma, tácitamente asumiendo la postura de Gabriel García Márquez, quien opina:
"Me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvanos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?".
Así, una de las modificaciones más criticadas consistió en la eliminación de la tilde diacrítica en el adverbio "sólo", asimilándolo al adjetivo "solo". Las razones de la reforma se expusieron así:
"La palabra solo, tanto cuando es adverbio (Solo trabaja de lunes a viernes) como cuando es adjetivo (Está solo en casa todo el día) ... son voces que no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por ser bisílabas llanas terminadas en vocal o en –s...
"No obstante, las reglas ortográficas venían prescribiendo el uso diacrítico de la tilde en el adverbio solo ... para distinguirlos ... del adjetivo solo ... cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos (‘trabaja solamente los domingos’), para evitar su confusión con Trabaja solo los domingos (‘trabaja sin compañía los domingos’)...
"Sin embargo, puesto que ese empleo tradicional de la tilde diacrítica no opone en estos casos formas tónicas a otras átonas formalmente idénticas (requisito prosódico que justifica el empleo de la tilde diacrítica), ya que tanto el adjetivo solo... son palabras tónicas, lo mismo que el adverbio solo... a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble interpretación.
"Las posibles ambigüedades son resueltas casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre pueden resolverse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de palabras que fuerce una sola de las interpretaciones. En todo caso, estas posibles ambigüedades nunca son superiores en número ni más graves que las que producen los numerosísimos casos de homonimia y polisemia léxica que hay en la lengua...".
En el caso objeto de estas líneas, me permito diferir de la opinión de los miembros de la Academia ya que la búsqueda de simplificar la ortografía no debe ir acompañada del detrimento en la calidad de la difusión de las ideas, teleología de la escritura, para poder entendernos de igual manera que lo hacemos oralmente.
Si bien estoy de acuerdo en eliminar reglas fuera de uso o que complican la transmisión, no puedo coincidir con un simplificar como meta, tal como lo propone García Márquez, deformando nuestra tradición lingüística en beneficio de quien no se esfuerza por conocer su idioma. Con este modo de pensar, pronto expresiones tales como "q'", "TQM", "xq", "vales1000" u otras similares de continuo uso, podrían ser aceptadas.
En mi opinión, el "sólo" con tilde es una necesidad y no una necedad. La Real Academia dejó la decisión a cada país y México ya la validó, tanto en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara de 2010 como con la publicación de la edición nacional de la "Ortografía" en marzo de 2011.
"No sé si una de las funciones, pero desde luego uno de los efectos y grandes ventajas de la ortografía española era, hasta ahora, que un lector, al ver escrita cualquier palabra que desconociera (si era un estudiante extranjero se daba el caso con frecuencia), sabía al instante cómo le tocaba decirla o pronunciarla, a diferencia de lo que ocurre en nuestra hermana la lengua italiana ... del francés ni hablemos: es imposible adivinar qué es lo que uno lee ... El inglés ya es caótico en este aspecto... Este considerable obstáculo era inexistente en español –con muy leves excepciones– hasta la aparición de la última Ortografía de la Real Academia Española, con algunas de sus nuevas normas...
"Lo cierto es que, con las nuevas normas, hay palabras escritas que dejan dudas sobre su correspondiente dicción o –aún peor– intentan obligar al hablante a decirlas de determinada manera, para adecuarse a la ortografía, cuando ha de ser ésta, si acaso, la que deba adecuarse al habla... Y dado que la Academia parece inclinada a facilitarles las cosas a los perezosos e ignorantes suprimiendo tildes, no veo por qué no habría de eliminar también las haches. (Dios lo prohíba, con su hache y su tilde.)...
"La RAE parece tenerle pánico a la posibilidad de elegir en cuestión de tildes (que es algo menor y que no afecta a la sacrosanta 'unidad de la lengua'). Pero es que además es incongruente en eso, porque sí permite dicha opcionalidad en 'periodo' y 'período'... lo mismo como aún puede hacerlo (por suerte) entre 'solo' y 'sólo', 'este' y 'éste', 'aquel' y 'aquél'? La posibilidad de seguirles poniendo tildes a estas palabras no es para mí irrelevante ¿Cómo saber, si no, lo que se está diciendo en la frase 'Estaré solo mañana'? Si se la escribe en un mail un hombre a su amante, la diferencia no es baladí: sin tilde significa que estará sin su mujer; con tilde que mañana será el único día en que estará en la ciudad. No es poca cosa, la verdad. Por menos ha habido homicidios".
Nuestra lengua es rica y bella. Fomentemos su difusión, pero no a costa de una simplificación sin un propósito claro. Oficialmente, nuestra escritura es ahora un poco menos elegante y menos clara.